miércoles, 30 de diciembre de 2009

Aléjese: Actividad Paranormal


Desde que el cine apareció como medio de expresión, muchos han sido los caminos que ha tomado y las funciones que ha desempeñado: desde un sofisticado proveedor de diversión y entretenimiento, pasando por por su faceta de inmejorable negocio, hasta un instrumento propagandístico de los régimenes totalitarios y una forma de expresión artística (esto último, en poquísimos casos). Tales son los usos más conocidos o los derroteros más socorridos por los que discurre el llamado séptimo arte.

Sin embargo, existe otro uso que se le da en la actualidad, al que se recurre con una frecuencia francamente preocupante. Hablamos de la puñeta mental. Ahora el cine se ha vuelto un medio más a través del cual puede llevarse a efecto esta antiquísima práctica. Un fenómeno que parecía privativo de otras expresiones artísticas (es un decir), como la música (ahí tenemos a Bunbury, Maná, Panteón Rococó, el pendejo ése del Juan Son, entre un largo etcétera, etcétera), ahora aparece mucho más a menudo en el mundo del cine. Tal es el caso (por fin dejo tanto rodeo y anuncio el tema de este post) de una película gringa llamada Actividad Paranormal (Paranormal Activity), que recién se estrena en carteleras.

Efectivamente, contrario a lo que afirman bastantes personas que dicen ya haberla visto, la cintucha de marras es una gran mamada, una verdadera chaqueta mental, digna de glorias del cine mexicano como Fernando Sariñana, Gael García Bernal (en su chaqueta mental de jugar al director) y, por supuesto, con la mención honorífica correspondiente, Alejandro González Iñárritu. El film relata la historia de una pareja de chavos que unieron sus vidas en amasiato, y que se fueron a vivir a la casa de la mujer, una güereja gordibuena que pese a estar un tanto desabridona, resultaba hasta eso cogible.

Pues ahí tienen que al principio la pareja se la pasa un poco pendejaeando, jugando con una cámara de video que el concubinario seguramente consiguió en el mercado negro. El chavo filmaba a su morra, y así transcurren como de 20 a 30 minutos de la película, lapso durante el cual bostecé en repetidas ocasiones y traté de matar el sueño con alternados sorbos de mi coca light (es que quiero adelgazar) y feroces mordidas a mi bagui, así como con comentarios intelectualoides que tuvo que soportar mi significant other (ya se acostumbrará). La muchacha, cuyo nombre no recuerdo ahora, comienza a platicar sobre ciertos ruidos que escucha en las noches en su habitación, y que extrañamente no provienen del tracto intestinal de su amado -que siempre cena y desayuna frijoles con huevo (no se menciona en la cinta, pero mi sentido arácnido lo intuye)-, ruidos que la aterrorizan y la tienen sin sosiego.

Para tratar de explicar la situación, nuestra heroína, la concubina, busca la ayuda de los expertos en la materia: los charlatanes. Así, se hace de los servicios de un medium que más bien resultó medio putón y le sacó al parche aduciendo que él ahorita casi no andaba expulsando espíritus chocarreros de las casas, sino que sólo hacía limpias con epazote y amarres tipo me haz de amar. Pues total que para esto, el novio, que se sentía Juan Camanei, decidió poner su camarita a grabar en las noches los aposentos de esta simpática parejita, para captar cualquier evento paranormal (y también, no nos hágamos tarugos [Chimoltrufia dixit], grabarse haciéndole la relación a su vieja). Así, logra videograbar, durante varias noches, las fechorías de un supuesto ente sobrenatural (nunca se dice en la cinta qué es o qué pueda ser, según esto para crear más suspense, intención lastimosamente fallida). Y así trascurre otra hora más o menos de la película, entre escenas de cama (no eróticas, lamentablemente) y escenas donde, durante el día, los habitantes de esa casa maldita, concubina y concubinario, se aterorizan cada vez más por lo que pasó la noche anterior, cada vez más perplejos y con una mayor sensación de impotencia ante la situación.

Así se sigue desenvolviendo la película hasta brusco, intempestivo, injustificado y chafa final (el cual no se revelará en este post, porque es de mal gusto, aunque debería como un deber cívico), después del cual más de uno, entre ellos el suscrito, se quedó con cara de what. Tan tan. Eso fue todo. Ahora bien, ¿por qué digo que la película es una vil y corriente chaira mental? Sencillamente porque resulta en extremo pretenciosa. Es una película con un presupuesto de once mil dólares, bastante pedestre, pero que precisamente busca en tales circunstancias constituirse en objeto de culto, en obra de arte. Como decir: "soy bien chingón; hice una película con poca lana, pero como tiene una trama y una dirección súper mega verguísima, eso no importa, sino que la vuelve más chida, y además me muestra como el creativo de creativos. Cáguense de la envidia, compañeros de la carrera de cine; cágate de envidia, Hollywood."

La película se supone que es de terror, pero en realidad sólo un par de veces logra arrancar, entre algunos despistados, un par de medianos sustos. En realidad carece de trama, de historia. Es simplemente una sucesión de escenas sin sentido, tratando patéticamente de lograr en el proceso algún susto gratuito, descontextualizado (al carecer de trama la película, tampoco tiene un contexto claro), y de lograr un final pretendidamente muy espeluznante, que más bien resultó caricaturesco, chafísima y totalmente injustificado, como se dijo.

Y párale de contar. En resumen, una película larga pero aburrida. Una verdadera caca que nos muestra una vez más que allá, con los güeros, también se cuecen habas, y que la chaqueta mental es practicada con regularidad.

Evítese a toda costa esa cinta; no tire su dinero a la basura. No la vea. No la vea.

2 comentarios:

Kelevra dijo...

Bien dicho sea de paso, cuando la vi por primera vez me dio harta hueva verla... tienes razon, es lenta, sin chiste, es meramente un pretexto para quitarte la lana pretendiendo ser la proxima "Bruja de Blair"... creo que hasta la peli de "Jesus The Vamire Hunter" es mas entretenida XD

Srta. Maquiavélica dijo...

fuia verla por me la imagine asi tipo la bruja de blair y la verdad me durmioooooooooo esta horrible¡¡ si hagamos publicidad pero para q no la vean jaja y la quiten ya de la cartelera¡¡¡besos