domingo, 15 de febrero de 2009

El blog so far (o escribir por escribir)


Seis meses han transcurrido ya desde que inició esta puntada (según algunos, un mal chiste) de mi blog. Ahora, como entonces, su autor, más que claridad mental, visión y tranquilidad para escribir, acusa una grave indefinición en cuanto a los derroteros por los que quisiera llevar éste que es uno de los tantos proyectos que ha emprendido.

Prueba de ello es que hace poco más de dos meses no se ha publicado nada. Ni quién se queje, dirá más de uno haciendo referencia al hecho de que, seamos honestos, no se trata, por mucho, del blog más visitado de la web. El caso es que, quién sabe si contra la voluntad de su creador, este espacio abierto para la expresión de las sandeces de la más diversa índole, está pasando por una etapa crítica de infertilidad. En principio, parecía llevar buen ritmo, y casi cada semana se subía algún texto, pero después no sé qué acaeció y gradualmente la empresa de escribir se fue volviendo harto complicada.

Así las cosas, a dos meses del último post (no me complace al cien por ciento ese vocablo, pero en fin), parece que sigo en las mismas: tengo mucho que escribir, pero no escribo nada. Seguramente esta situación es una de las tantas en que mi actual circunstancia personal se refleja. En estos momentos de mi vida, sufro de una terrible desorganización, tal vez la peor que me haya tocado experimentar: me levanto tarde, me duermo tarde, me paso horas sin hacer nada de lo que debería hacer, ya sea en el trabajo o en mi vida privada; me cuesta bastante ceñirme a un cierto plan de actividades para poder aprovechar mi tiempo y mi potencial, o en general a apegarme a cualquier tipo de disciplina. Vamos, ya ni estoy leyendo nada en concreto (llevo como unos 3 meses tratando de terminar de leer el libro más denso con el que me he liado: José Trigo, de Fernando Del Paso, y no le veo la salida), sino algunas cosas dispersas de aquí y allá, obviamente sin ningún tipo de rigor metodológico, a pesar de que cuento en mi biblioteca personal (ahora que lo pienso, qué mamona llega a sonar la expresión) con bastantes obras de reconocida calidad que esperan ser leídas.

Desmadre en mi vida, desmadre en el blog: textos que no parecen llevar un hilo conducor (porque no lo llevan), temas que se quedan a medias, posts que nunca llegan. Me gustaría mucho prometer en este momento mayor prolijidad y cubrir los tópicos que en más de alguna ocasión he anunciado, pero la verdad no puedo. Si se ha estado leyendo esto con atención, y sobre todo si se sabe leer entre líneas, puede advertirse claramente que este post en realidad no dice nada, no trata de nada. Ésa es la situación del blog al día de hoy, no habla absolutamente de nada.

A seis meses de haberse creado, por las circunstancias que ya puntualicé, el blog está en una especie de stand by. Estas líneas que hoy escribo, las he esbozado sólo por escribir: escribir por escribir. Escribir para que quien ingrese al blog no advierta que ya hace buen rato no se me ocurre nada y que últimamente he estado activo; escribir para irla llevando y, sinceramente, para que no se vea tan pelón el blog.