domingo, 22 de marzo de 2009

God loves his children (even the chilango ones), yeah! Radiohed en México

Casi 15 años desde la primera vez. Casi tres lustros transcurridos desde la accidentada primera visita. Más de catorce años desde aquella ocasión en que el grupo se colapsó y vivió un punto de inflexión fundamental en su carrera, cuando en medio de su pequeña gira por México decidieron no desintegrar lo que entonces era una promesa interesante de la música alternativa. Radiohead volvía a México el 13 de marzo de 2009, para tocar los días 15 y 16 de los corrientes, y así iniciar su gira por Latinoamérica.


Ahora regresaba como una de las bandas más respetadas tanto por el sector mainstream, como por la crítica especializada. Esta vez, como la que probablemente sea la más importante agrupación de rock de la última década y parte de la pasada, así como una de las grandes bandas de todos los tiempos, equiparable a lo que en su momento fue Pink Floyd o The Beatles.
La sede de tan importante suceso fue el Foro Sol, en el Distrito Federal, capital de la República Mexicana. Era una cita inobjetablemente obligada para todo aquél que se preciara de ser fan del grupo, incluso para cualquier neófito en su música (desafortunadamente).

Así las cosas, tuve que ir; tenía que ir, mejor dicho. Fui. Estuve ahí, en el primer concierto que dio Radiohead en México después de cerca de 15 años. Desde que mi gusto se inclinó por este grupo hará unos 9 o 10 años, pensé en la remota posibilidad de algún día llegar a verlos tocar en vivo. Era un sueño guajiro, como muchos que entonces tuve, que ahora tengo y que seguramente seguiré teniendo. De pronto, cuando me enteré de que el grupo estaría tocando en tierras mexicanas, esperé con ansias los cuatro meses que pasaron desde que se dio la noticia hasta el día del triunfal, magnífico regreso.

Se llegó el día, y ésta es mi crónica de lo que pasó. Advierto que aunque todo el relajo que implicó ir hasta el D.F. al concierto, hacer cola, andar al pedo, esperar por horas de pie, y en general sufrir a los infames chilangos, da mucho de qué hablar, este post dejará de lado esas cuestiones para centrarse en los aspectos destacables -para bien o para mal- de la experiencia, que son en dos niveles: lo personal/vivencial/ musical y la crítica social, faros rectores de lo que se escribe en este blog. Así que, quien espere que estas líneas escarnicen las actitudes, comportamientos, poses, looks, pobreza cultural, ignorancia, estupidez, insignificancia, pequeñez y las demás cualidades inherentes a la índole chilanga, así como sus diversas manifestaciones, puede prescindir perfectamente de la lectura de este post. La referencia que se haga a ello será en la medida en que su inclusión aporte a la claridad expositiva de la crónica que esbozaré.

Radiohead


Con notable puntualidad comenzó el show. El grupo abridor fue Kraftwerk, a quienes se les conoce por ser los padres del Techno, y quienes tuvieron sus mejores tiempos y logros en la década de los 80's. Mucha gente protestó o al menos se extrañó del grupo invitado fuera ése, cuando en un principio se hablaba de que los teloneros serían los gloriosos Sigur Rós, o los ingleses de Portishead. Lo ideal, lo soñado, habría sido obviamente que los genios islandeces acompañaran a los de Oxford como en otras tantas giras lo han hecho, pero en fin. Habría sido un plus sensacional. Ni modo. Me queda de consuelo ya haber disfrutado de su música en vivo el año pasado en Guadalajara.

Pues bien, el grupo alemán tocó por aproximadamente cincuenta minutos un set que incluía sus mayores éxitos en versiones más cercanas al techo industrial y a los sonidos estridentes y sucios de Nine Inch Nails. Esta actualización realmente fue de agradecerse, pues le dio un nuevo giro a su música y la hizo verdaderamente disfrutable. Empero, la sensación general ante la actuación del cuarteto teutón, fue de "a ver cuándo se bajan estos pinches güeros", pues serían unas leyendas y todo lo que ustedes quieran, gusten y manden, pero a quien iba a ver yo, otros fans, y en su mayoría una inmensa chusma palurda, era a Radiohead. Incluso yo me permití gritarles alguno que otro improperio, en mi muy puñeto alemán frustrado. Todos ansiábamos que ya aparecieran en escena Thom Yorke, Johny Greenwood, Ed O'Brien, Colin Greenwood y Phil Selway, los papás de Oasis, de Blur (Blur sin Graham Coxon, aclaro), y ya no se diga de Travis, los maricones de Coldplay y las jotitas de Keane.

Aproximadamente a las 9:30 de la noche salió la banda. Emergió del lado izquierdo del escenario, encabezada por el neurótico y genial Thom Yorke, de quien muchos han dicho que es el Roger Waters de nuestro tiempo. Toman sus instrumentos. Se posicionan. Seguramente por un momento prestan atención a la gran cantidad de gente que se apostó en el Foro Sol, alrededor de cincuenta mil cabrones, una imagen que infinidad de veces habrán visto en su vida de mega rockstars. Sin inmutarse, comienzan: mi existencia de casi 26 jodidas vueltas al sol ya no es la misma. You used to be alright. What happened?

15 Step abrió el show, como bien lo anticipé. El público enloqueció, brincó y comenzó a empujar en todas direcciones (en el caso de la zona general a, en la que me encontraba), como locos desesperados, más por hacerle al cuento que por otra cosa, según abundaré más adelante. Por fin comenzaba el concierto, y desde que se escuchó la introducción percutiva de la pieza en cuestión, se sabía que sería algo realmente notable. Yorke baila, responde a la euforia del personal, y por fin deja escuchar su voz magnífica, por tantos años se esperó volviera a agitar los aires de este país.


Le sigue Airbag, tema inicial del grandioso disco Ok Computer. En este punto logra verse que la banda viene con la disposición de tocar temas clásicos ya arraigados en el gusto de los más fieles fans. Y así se confirma con la pieza que le sucede: There There. El grupo inmediatamente responde a la euforia (auténtica o forzada) que le ofrecía el público. Se ven complacidos, conscientes de que será una gran noche y de que su regreso marcará las infelices vidas de los presentes.

Como era de esperarse, el setlist del concierto debía incluir necesariamente los temas del álbum a cuya gira promocional pertenecía: In Rainbows. De forma alternada, a lo largo de la noche se fue interpretando uno a uno los tracks del que es el último disco de la banda. En lo particular, álbum de marras me había parecido un tanto menor, alejado de la complejidad y riqueza de sus predecesores. Pero qué equivocado estaba. El grupo hizo que me tragara tales blasfemias, al mostrar las posibilidades expresivas que su interpretación en vivo ofrecía: cadencia, sensualidad, elegancia, minimalismo, energía, feeling. Para destacarse, la ejecución de Nude, resultó estremecedora (aun cuando sigo prefiriendo la versión original, empero), precisa, justa. Qué decir de la mencionada 15 Step, de ritmo y beat inigualable. No menos complacido terminé con las rockanrolerísimas Jigsaw Falling Into Place y Bodysnatchers, en las que el grupo mostró que conserva aún la energía que alguna vez lo llevó a crear piezas clave de su discografía como Just, My Iron Lung o Anyone Can Play Guitar.


I don't know what it is I've done wrong.

Apareció una renovada versión de The Gloaming, la rompemadres National Anthem, las fabulosas Optimistic y Pyramid Song. Se dejó escuchar también la genial y heterodoxa Idioteque, en la que Thom enloqueció mientras bailaba de manera extraña y gesticulaba en todas las formas posibles que su peculiar rostro le permitía. El grupo tocaba una canción tras otra, sin pronunciar innecesarias palabras entre pieza y pieza, evitando así que el personal se enfriara. Iban a lo que iban. Contundencia. Un par de Thank you's se escuchó, no más. Y no podían faltar los clásicos, los que la gente aclamaba, los que forjaron la grandeza histórica de la banda: Fake Plastic Trees, My Iron Lung, la bellísima No surprises, Lucky, Street Spirit, las grandiosas y legendarias Paranoid Android y Just. Nuevamente el grupo se reafirmaba a sí mismo en su magnificencia, en su capacidad, en su soberbia, en su chingonería. Era Radiohead y volvía a serlo; una vez más, cada vez y cada vez más. Parecían intocables, indestructibles, infalibles, perfectos.

You do it to your self, you do, and that's what really hurts. You and no one else.

La actuación del grupo resultó impecable, sencillamente perfecta. Una sonorización precisa, que hacía que cada uno de los instrumentos se escuchara de forma diáfana y limpia, y con una enorme potencia, con una gran claridad. La iluminación y/o juego de luces del escenario también fue estupenda, minimalista, pero grandiosa, consistente en una especie de tubos resplandecientes que colgaban del mismo escenario y despedían los más diversas luces según les sugería la intensidad y cadencia de la música. Algo en verdad notable; parecía como si haces de luz se irguieran alrededor de la banda, atrapándola, delante de una pantalla que transmitía tomas directas del rostro de freak de Yorke o de alguno de los demás miembros del grupo. Esta situación nos muestra el profesionalismo del grupo, que ha faltado en otros artistas internacionales que se han presentado en nuestro país y no falta que salgan a tocar pedísimos o marihuanos y olviden las letras de las canciones o, peor aún, la música misma.
- Are you ready? -preguntó en tono de provocación Thom Yorke, sólo para después iniciar el rasgueo del riff introductorio del glorioso tema Just-. Y así sonaba la penúltima canción del show, que significó uno de sus momentos más intensos, junto con la sublime interpretación de Paranoid Android, de toda la noche. Durante su ejecución, mi atención se centró casi completamente en el que es seguramente mi guitarrista favorito, inspiración en mis tentativas frustradas de volverme músico: Johny Greenwood. El tema en cuestión permite, como pocos, percibir la genialidad de este multiinstrumentista. Hay una sección de la canción en que a manera de puente o de un solo poco convencional, toca un pequeño riff mientras voz y demás instrumentos enmudecen. Simplemente magnífico. Mi definitivo gusto e interés por Radiohead nació a partir de que un video tomado del concierto MTV Ten Spot, de 1998, en el que precisamente tocaban esa canción y en el que se resaltaba la parte de la misma a la que me he referido. Qué chingón tocan, pensé. No sabía, ni siquiera soñaba, que diez años después se estaría interpretando esa canción sólo para mí, enteramente para mí.

Everything in its right place cerró el show. Otra ejecución memorable. El grupo se despide. Hacen reverencias. La gente y yo no creemos lo que acabamos de ver; no creemos que lo acabamos de ver. Vuelve la sensación de vacío. Otra vez la vida. Tal vez no la misma vida. El concierto cumplió y casi me satisfizo. Habría sido magnífico, un sueño, que tocaran otros temas que se quedaron guardados. El primero de ellos, que seguramente es mi preferido, es Subterranean Homesick Alien. Pieza hermosísima incluida en el magnífico Ok Computer, que me estremece y emociona como pocas cuando la escucho. Fue una lástima que no se incluyera en el setlist, aunque para ser sincero no esperaba que la tocaran. Otra que también quedó fuera y se extrañó fue A wolf at the door, del disco Hail to the thief. Ya no digamos Electioneering o la preciosísima y desesperanzadora Let down, también del mejor disco de la década de los noventa. Otra que me habría encantado escuchar es Exit music (for a film), que por el contrario sí se tocó, si bien comentan que accidentadamente, en el concierto del día 16. Ni hablar.

And now, we are one, in everlasting peace. We hope that you choke.

Eso fue Radiohead: el primer mundo, la genialidad, la elegancia, lo máximo, grandes entre los grandes. Es sólo rock and roll, pero a algunos todavía nos gusta. Sólo rock n' roll ¿poca cosa?

Lo demás

Al margen de la impecable actuación de Radiohead, no faltaron las falencias típicas de los eventos promovidos por esa entidad monopolizadora que se llama OCESA. Pésima organización: desde el acceso a Foro Sol, hasta el sobre cupo de las localidades en las áreas generales. Se dejó entrar a la gente dos horas antes de que empezara el acto de los teloneros Kraftwerk, así que ésta desde ese momento ya se encontraba, en dichas áreas, bien aperrada y sin poderse sentar, cuando por el contrario antes de que se le diera acceso al Foro podía cómodamente hacer cola sentada. En esas dos horas se vendió cerveza y agua al por mayor, a los precios desproporcionados a que nos tiene acostumbrados OCESA.

Nula seguridad. No se advertía por ningún lado de las zonas generales la presencia de los cuerpos de seguridad, ahí donde sí sucedían los chingazos. No. Estaban más preocupados por no dejar entrar cámaras, alimentos y bebidas que por la integridad física de los usuarios, aun en áreas como ésas en que había sobrecupo y la gente estaba de pie. Me tocó ver cómo en el aventadero que se dió con motivo del inicio del performance de Radiohead una chava no aguantó más y se desmayó. Su novio, angustiado, trató de jalarla y arrastrarla para sacarla de ese turba enardecida y cegada por una estupidez disfrazada de fanatismo. Una desgracia habría ocurrido si la joven hubiera caído al piso. No la cuenta. Y la seguridad, ni sus luces.

Algo que tampoco me gustó fue que de entrada se fijara una zona general para estar de pie, pegada al escenario. Me parecía mejor haber puesto sillas o gradas en tal lugar para difrutar cómodamente sentados el concierto: música y actuación. Así todos habrían podido ver y nadie habría comenzado a empujar. Parece que los de OCESA ignoran, o de plano les vale, el valemadrismo y gandallismo innato del mexicano, y su versión potencializada en las personas de los chilangos, raza maldita. Si los organizan y los sientan, no habrá ese tipo de problemas. Si los dejan parados y que se acomoden como ellos puedan, necesariamente habrá conflicto, pues todos, fascinerosos, en su profundo egoísmo, empujarán a todos lados sólo por divertirse o por ubicarse mejor, valiéndoles madre a quién chinguen.

Quién sabe, ahora que lo pienso, tal vez las sillas no serían la solución, pues fieles a su índole ventajosa y chingativa, los asistentes, carentes de toda civilidad y educación, en su mayoría chilangos (raza maldita), serían capaces de pararse en tales objetos con tal de pasarse de listos, o burlar el orden. Ok, ok, en descargo de los chilangos diré que esa actitud se ha visto en otros lugares -incluso aquí en Aguascalientes, hágame el refabrón cavor-, y que no les es esencial en tanto chilangos, sino, tristemente, en tanto mexicanos. Eso sí, me perdonan chilanguitos, pero ustedes sí se pasan de vergas y ese tipo de actitudes nefastas lo llevan a niveles extremos. Al César lo que es del César, y a Dios, que te vaya bien.

Finalmente es responsabilidad de los organizadores cuidar de ese tipo de detalles. Pero como a éstos les viene valiendo pito, pues qué se puede esperar. Ellos con vender -y revender- sus boletos carísimos (aunque para Radiohead no lo fueron tanto) se dan por bien servidos. Que los pendejos de sus usuarios se hagan bolas y que se rasquen como puedan. Así se cuecen las habas en este marginado tercer mundo. Vaya contraste entre la actuación impecable y profesional del grupo de Oxford y la organización pobre y tercermundista de OCESA.

Otra circunstancia que menguó el disfrute que pudo tenerse del evento fue la predominante actitud avorazamiento, valemadrismo, gandallismo y falta de civilidad de los asistentes, en su mayoría chilangos. Desde el pendejo que insistía en bailar con las canciones de Radiohead aun con el apretadero que había, hasta el pinche menso que levantaba los brazos al ritmo de la música, pero con los pasos de "La Ventanita", de ese grupazo que fue Garibaldi. Ah, sí, claro, y toda la bola de culeros cantando; cantando todo. No mamen, ¿van a escuchar a Radiohead o a cantar ellos? O sea, ¿para qué chingados cantan? Ah, pero no, ellos van a echar su desmadrito, y jódanse los demás (jódame yo). No asisten para escuchar la música, la grandiosa voz de Thom York, sino para echar desmadre. Realmente le fastidian la diversión a quien, como yo, sí va a escuchar y a presenciar la interpretación y ejecución de la banda. Ciertamente uno se emociona, e incluso eso llega a justificar algunos coros de ciertas canciones, va, ¿pero todas y todo el pinche rato?

Una actuación memorable, un performance inigualable y sublime, dirigido a una numerosa e infame chusma. Margaritas para los cerdos. En general, este público mexicano, el chilango en particular, no merece shows de primer mundo si no sabe comportarse civilizadamente. La próxima vez que vea tocar a Radiohead, preferiría que no fuera en este país; seguramente se disfrutaría más. En fin, aquí nos tocó vivir.

19 comentarios:

UG dijo...

efectivamente, aquí nos tocó vivir. Lástima que hayas contaminado tantísimo tu post con la ofensiva hacia los chilangos... En fin, muchas cosas que decir al respecto, pero no, mejor no. Como tu m ismo dijiste "Perlas a los cerdos" yo no

marchumacero dijo...

en efecto el concierto estuvo mal organizado, eso te lo compro, pero bah, no puedes generalizar ni etiquetar al "chilango". Honestamente no te puedes permitir pensar que tooooda la gente del df es así, obvio si te metes a un concierto de rock, vas a ver a toda la banda alternativa, obvio las sillas no habrían sido opción, ni siquiera las gradas, no fuiste a ver la ópera del met cabrón!!! fuiste a ver radio head. Recomendación de una chilanga crecida en aguasalientes y repatriada a tierras capitalinas... el próximo concierto que tengas que ir a ver, ve a verlo al extranjero, igual tu experiencia sea mucho más enriquecedora, menos frustrante igual y te la pasas mejor.
ATTE
MARIANA CHUMACERO

marchumacero dijo...

oh y me faltó algo... no contamines la ciudad de méxico con comentarios tan faltos de raíz. Por eso a la gente de provincia la tachan de ignorante

Anónimo dijo...

Antes que nada muy buen artículo, muy descriptivo para los que desafortunadamente no pudimos asistir.
Respecto a lo dicho de los chilangos dictaré lo siguiente: Efectivamente comparto opinión con el autor en lo que aquí se refiere a esos personajes de curiosa naturaleza y me voy a respaldar en lo que comentaba "marchumacero" donde dice: "Por eso a la gente de provincia la tachan de ignorante", correcto, entonces pues eso es tan válido al que se crea y diga que "A los chilangos se les tacha de pedantes, toscos, tranzas, faroles, oportunistas, 'Mamás de tarzan', 'raza maldita' y un sin fin de calificativos afines", esto último viene de "provincia" que inevitablemente es todo el resto del país. Además hay que decir que se pone previo aviso al contenido del artículo, pero al parecer este ha sido ignorado por aquellos que hasta el momento se han puesto susceptibles a los comentarios del autor. Además, no todos los "chilangos" son mal pedo, hay sus pocas excepciones y como dicen por ahí "a quien le quede el saco que se lo ponga".

Saludos David.

Pável dijo...

Híjole.

Cuando la gente comenta los comentarios, es que algo se hizo, bien o mal.

Yo no fui a ver a Radiohead, no me gusta, no me excita, no me mueve, no me nada. Y qué delito para muchos, pero así la cosa.

Yo parto de una cita, tomada del comment que se encuentra justo arriba del mío:

"Además, no todos los "chilangos" son mal pedo, hay sus pocas excepciones".

Órale. Sus pocas excepciones. Supongo que en esto, como casi en todo, la concurrencia habla de como le fue en la fiera. Yo no sé que tan numerosa haya sido la feria de quien comenta, porque para hablar de "sus pocas excepciones", quiero pensar que dentro de su universo de estudio pudo sacar una muestra representativa abundante. Hacer aseveraciones de ese calibre está muy aventado.

Yo opino que en todos lados se cuecen habas, y que al elaborar semejantes calificaciones sólo perpetuamos clichés y estereotipos. De la misma forma, se me puede rebatir con que "cuando el río suena, es que piedras lleva".

No estamos aquí para refranear, sino para refrendar.

No sea quejumbroso muchachito, a mí me gusta cantar en un concierto, no le veo nada de malo. Si lo que quiere es un espectáculo audiovisual sin esos bemoles, cómprese el BlueRay de la gira, véalo/escúchelo en una pantalla de HiFi y en un Home Teather. Pero si quiere sentir lo que es que otras humanidades vibren, con la música de sus ídolos, pues entonces vaya al concierto.

Ahí nomás, se lo dejo a consideración.

PS. Gracias por dejar la promo en mi blog, ya soy lector de vos. No es necesario el "www", con el http y el nombre del blog, entra como cuchillo caliente en mantequilla.

The Grey Lady dijo...

Pos, la neta tu post sí está manchado, como ya te lo había mencionado.

Como ya comentaron por ahí: “en todos lados se cuecen habas”. Tranzas, pedantes y faroles yo conozco en muuuuuuuchos lados.
Incluso aunque hubieras ido a ver a Radiohead en otro país DUDO que la gente se hubiera quedado quietecita y calladita en su asiento. Se hubiera hecho desmadre aquí, en Europa o en China, PORQUE ASÍ ES EL ROCK!!!

Independientemente de tus intenciones o sobre a quién te diriges cuando te expresas tan despectivamente, lo triste es que la crónica de ese concierto tan esperado por ti durante tantos años se vea opacada por una discusión sobre “chilangos” y “provincianos”.

Digo, si tanto es tu enojo contra los chilangos (no importa a quiénes te refieras); ¿para qué invertir tanto tiempo y tomarte tanta molestia en describir actitudes y acciones que todos ya conocemos y que de entrada era obvio que tendrías que soportar en un concierto de este tipo? Digo, si a mí me gustara Radiohead y quisiera saber sobre un concierto al cual no fui, lo que menos querría leer sería sobre chilangos. Neta.

Saludos!

Tania

tazy dijo...

"el grupo alemán tocó por aproximadamente cincuenta minutos un set que incluía sus mayores éxitos en versiones más cercanas al techo industrial y a los sonidos estridentes y sucios de Nine Inch Nails"

jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajaaja "EN VERSIONES MÁS CERCANAS??? jajajajajajajaj



JAAAAAAAAJAJAJAJAJAJ

jaime guillen dijo...

la neta wey ,creo que que tu cronica del tokin se opaco por tu ofensiva notoria hacia los chilangos,total wey todo mexicano y ciertos extranjeros sabe que la mayoria de esa rasa es una transa,amañada,secuetradora,mafiosa y un infin de adjetivos.A mi la verdad ni me va ni me viene ese grupo,es mas no deberian ni de llamarle a ese genero rock o alguien me puede decir que tiene de rock eso?,en fin como dice bora milutinovich: YO RESPETO,consejo; si yo llegara a ir a un tokin de una banda de mi preferencia y tuviera que ir al d.f. el cual me que da como a 8 hrs de camino por la libre no andaria con esas mermas simplemente lo disfrutaria y echaria desmadre y si se dieran las cosas hasta follarme una nena, digo que valga la pena el viaje y el ticket perdon perdon el boleto.,en fin creo que tu objetivo al ir a un tokin o cualquier o tro espectaculo no es el de disfrutarlo,sentirlo o desestresarte si no mas vien el de criticar todo lo que se pueda criticar,y si se puede tambien quejarte de lo que te puedas quejar,creo que harias una buena carrera en algun programa televisivo de especteculos como el doble de daniel bisogno.
att. el jimmy

El canto del zenzontle dijo...

La verdad estuvo sobresaliente tu post, aunque musicalmente no pueda opinar mucho, me gustó, pudiste através de las letras llevarnos a ese instante preciso que quisiste narrar. En cuanto a los chilangos es justificable la inclusión de tus experiencias vividas con estos, puesto que se trata de un tipo de personas que verdaderamente conforman un grupo sociológioco que puede rayar en lo deleznable, tienen para empezar una concepción erronea de lo que es el mundo, creen que no hay más allá de las montañas del Valle de México, lo majestuosa que en determinado momento llegó a ser la Capital del país los llenó de ego injustificado, ignorancia y aislamiento; lo que combinado con la creencia de que las grandes ciudades son el mejor lugar para vivir y una mala educación producto del relajamiento del tejido social propio de las grandes urbes, los ha colocado en la postura y patrón de conducta que ahora adoptan.

Dejemos a un lado que puedan se r nacos o no, mal olientes o poco agradables a la vista eso es muy subjetivo, lo que define al chilango es que su mínimo standart de ética, la que resulta un engaño, una farsa. Pues la maña dicta que se aparente ser oveja para atraer a los corderos a la trampa; pues el chilango es un tipo que a priori podría manifestar cierto grado de cortesía cuando la situación así lo amerita, pero solo es la estratagema perfecta para tranzarse a la persona que cae en la trampa, pues no le pasaba por la cabeza ni remotamente que una persona que le habría mostrado confianza y gratitud, traidores por naturaleza. Es sin embargo su máxima expresión el manifestarse sin ataduras de buenos modales, comportamiento que resalta cuando el chilango se encuentra ante el público, ahí ya sin inhibiciones se desata y los que estan a su lado chilangos o no, lo padecerán. Describo conductas de las más corrientes como agandallar los lugares destinados para los paralíticos o discapacitados, pararse en doble o hasta en triple fila en la calle, obstruyendo el tránsito libre de ésta, el arrebase por la derecha, lo que se hace al ahí se va, mañanita te lo tengo,ya casi termino, yo te llamo, prestame y te pago; el tonito para decir las cosas y hasta la ceja que frunce el ceño para aparentar que conocen del tema aunque por dentro se estén muriendo de la ansiedad por el ingnorar de que les estas hablando.

Cabe mencionar que su principal error radica en creerse los dueños del país, piensan que la llamada por ellos "provincia" se las debe de todas todas a estos, cuando precisamente el modelo centralizador ha sido lo que les ha dado en la madre, como hacer sustentable una vida en un lugar donde en una mancha de concreto viven veinte millones de weyes, se convertirán en un futuro si no es que ya lo son en lobos de sí mismos.
Posteriormente hare comentarios adicionales a este, tal vez el pensarlo tanto resto grandilucuencia para mi narrativa, pero coincido con el autor, Raza Maldita!

UG dijo...

JAJAJAJAJA. Que "penita" que te tengas que echar porras tu solito... EL CANTO DEL ZENZONTLE? que no eres tu mismo?

Que bien que te apoyen tanto aunque sea tu "alter ego"

JAJAJAJA

keep like that my "shorty head" pal!!
Chido chido!

El canto del zenzontle dijo...

No hay mucho qué opinar al respecto, la música de Radiohead me es ajena (no por ignorancia sino por falta de interés); sin embargo, lo que sí conviene hacer son algunas anotaciones con respecto a los "chilangos":
1. Me da la impresión que se está cayendo en excesos y las cosas no se están matizando; es decir, los chilangos no son más suspicaces ni atrevidos (ni mejores) que el resto de habitantes de la República mexicana. En este punto convendría denunciar el centralismo en México, esto haciendo que Estados como Aguascalientes queden a la deriva de espectáculos de tal envergadura. Sentencia: los "chilangos" (naturales del DF, según la RAE) no son ni superiores ni inferiores ¿dónde queda esa democracia?
2. El DF no es la "neta" ni muchos menos esos paseos en el Zócalo, ¿dónde queda la inseguridad? ¿Por qué han salido tantas personas del DF? No creo que porque se hayan artado de tanta felicidad. Tal vez me aventure, pero un factor podría ser por salud metal. Sentencia: los regionalismos lo único que traen es desunión nacional, ¿que no México necesita estar junto para combatir la ola de violencia? Y ustedes peleándose por el ser chilango.
3. Sólo pido tolerancia, porque en todos lados existe gente con malos hábitos, desafortunadamente al DF le toca acarrear con estos problemas por sus 20 millones de habitantes. Y, por último, todos los chilangos que se encuentran fuera, pues les digo que ya no son chilangos, porque la definición exactamente de la RAE es: natural de México, por tanto, han recibido influencia cultural de los Estados que radican, lo siento, ya no son tan naturales.

El Canto del Zezontle (Cuco)

tazy dijo...

1) flojera me dan quienes añoran espectáculos "underground" en tierras lejanas y no es por nacionalismos, es porque su postura poser jamás les permitirá disfrutar un buen concierto. mi hermano, te lo dice quien vivió de cerca un excelente concierto en la que es quizá la ciudad más cosmopolita del mundo (barcelona, para que te ubiques) y si buscas conciertos de quien se te antoje oirás al público gritanto. Bytheway: el concierto de RAdiohead en canadá tuvo tantos gritos que yorke se unió a ellos, escúchalo.

2) a tu amigo que contestó: aguascalientes no tiene ni tendrá ningún evento de ese nivel porque NO TIENE LA INFRAESTRUCTURA así de simple. Y mucho menos la visión: traer a Alizzé como representante de francia a la feria dice mucho más de la propia sociedad que tanto desprecian como de ustedes mismos.

No es centralismo, no es nacionalismo. Noto desconocimiento desde donde hablan y sobretodo intolerancia sin justificación.

Ojalá pronto partas a Oxford a oirlos en el pub donde les encanta practicar.

Cazador de Tatuajes dijo...

Iba a hacer el comentario que la xenofobia es lo unico verdaderamente inato en el ser humano, no el valemadrismo ni la gandallez, sino el "talento" de crear otredades.

Hasta que leí "La grandiosa voz de Thom Yorke" y entonces me dí cuenta, Angel Ciénega no fue a ver a Radiohead, fué a otro concierto.

Taquero Narcosatánico dijo...

Ay, pobre, le cantaron en su concierto. Para la otra no vaya.

Alejandro H dijo...

Llegué aquí por el post de Tazy (chilanga aguascalentense igual que yo) y neta que dan flojera tus comentarios.

Nunca he ido a un concierto, pero me parece ESTUPIDO esperar a un público sentadito y atento en la sección general de un concierto de rock (o en un baile, jeje).

Lo siento mi chavo, pero la gente va a hacer relajo, a quedar afónica de gritar y cantar, a divertirse, a gritar "alguno que otro improperio en su muy puñeto alemán frustrado", a hacer eso que no se puede hacer con un CD.

¿Por qué no, mejor te compras un equipo de sonido acá bien chido y los escuchas en CD o DVD, sentado en tu sala junto con otros finos fans con "autentica" (no forzada) euforia que aprecien la "magnificencia, capacidad, soberbia, y chingonería" del grupo?

Unknown dijo...

Eres un pendejo pretencioso, retrógada con ínfulas de intelectual, y además no sabes escribir. Si tu cabecita no puede con una ciudad y su gente... menos con el mundo. Jajajaja, a mi en lugar de coraje me dio "ternurita" y mira que soy nacida en Aguascaliente eh! Que pena que haya estúpidos como tu, por culpa de gente con cerebritos como el tuyo luego nos tachan de ignorantes y xenofóbicos. "Raza maldita" jajajaja, me cago en eso. Aquí no se trata de "razas" se trata de personas y tu mi muy poco estimado Angel eres una más que idiota... vaya, redefines la palabra "estupidez" y "pretención"

Saludos

Lore (100% aguascalentense y medianamente pensante)

Anónimo dijo...

Esto suele suceder, jeje. Eso de vivir en Pueblitos -mal llamados Ciudades- cuya infraestructura social-tecnológica-cultural es tan deplorable, que obliga a los integrantes -bien llamados: provincianos- de su comunidad, que escuchan música común y comercial, a viajar a ""la Gran Ciudad, jiji"", donde suelen ser subajados, humillados y maltratados (por su mismo caracter provinciano), para poder ser parte de una de las muchas expresiones artístico-culturales que suelen presentarse contínuamente en ella. Comprendo tu molestia y, más allá de molestar, sólo puedo decir: chíngate provinciano!!! jijiji. Eso te sucede por vivir en pueblos con más iglesias que centros culturales, ahahahahahaha. Tal vez mañana, pasado ó en un mes estes de regreso para p-o-d-e-r apreciar otra muestra, de la impresionante variedad cultural del DF.

Said dijo...

A ver... no te gustan los chilangos pero bien que fuiste a su tierra para ver el concierto que en tu pueblo JAMÁS sucederá?

Seeeeeh....

El Ángel Caído dijo...

Muchos comentarios. Todos han sido leídos y son respetables. El que más me gustó fue el de Jaime Guillén (el Jimmy). En cuanto a los demás, siento no poder darles la misma importancia que por el contrario éstos sí dieron a mi post, por ello no me referiré a ellos en lo particular.

Abur